Vivimos en una sociedad cada vez más madura en términos de innovación. Las ciudades y núcleos urbanos españoles se encuentran inmersos en un proceso de evolución constante, palpable en conceptos que hace unos años sonaban algo lejanos (SmartCities, domótica, VTCs…) y que, hoy día, no nos son tan ajenos.
Así, uno de los campos que más ha penetrado en la vida de las personas transformando sus hábitos de consumo y su manera de adquirir bienes y servicios es, sin lugar a duda, la digitalización de las formas de pago.
Según los datos de un informe realizado por la empresa de estudios de mercado Alpha Research, el 70% de los españoles prefieren utilizar métodos de pago electrónicos tales como tarjetas de crédito/débito frente al dinero en efectivo.
La utilización de tarjeta de crédito o débito es la opción que más atrae a los usuarios (40,5%), seguida por el pago en efectivo (28,7%) y la tecnología de pago por tarjeta vía contactless (25,8%). En la cola se sitúan el pago con el móvil (3%), pago online a través de plataformas digitales (1,5%) o el pago a través de App (0´5%).
¿Quiere esto decir que se acerca el fin del dinero físico tal y como lo conocemos? La respuesta es que todavía no ya que, según conclusiones de este mismo estudio, a pesar de que la mayoría de los consumidores prefieren efectuar de forma telemática sus operaciones habituales, la gran parte de los encuestados admite que sigue comprando más en “cash”, debido a que perciben que es el método de pago más aceptado.
En cuanto a los lugares y momentos de consumo, comercios como supermercados, cines o restaurantes son los establecimientos donde más se usa el pago electrónico, aunque la mayoría de los españoles continúa pagando sus consumiciones en metálico en bares y máquinas de vending.
¿Y qué ocurre cuando hablamos de infraestructuras y medios de transporte? Aquí nos encontramos con que en los taxis y en los parkings es donde más extendido está el método electrónico de pago, no así en parquímetros, metro o autobuses, donde predomina el uso de efectivo.
Como apuntábamos al principio, la innovación en las ciudades avanza a pasos agigantados, y el consumidor demanda cada vez más conectividad en los procesos de pago, de cara a construir una sociedad moderna y abierta a tecnologías que hacen la vida más fácil al consumidor. ¿Seremos testigos a medio/corto plazo de la integración a nivel estatal de pago electrónico en autobuses o en metro? El tiempo lo dirá.