Educación e inclusión financiera en España, una asignatura pendiente

La educación financiera sigue siendo un tema poco desarrollado en España. Los consumidores sufren en muchas ocasiones de un desconocimiento que les puede afectar en sus tareas diarias y en los servicios que tienen contratados, especialmente con las entidades bancarias. En lo relativo a cualquier tipo de producto financiero, las relaciones entre los consumidores y las entidades bancarias son muy complejas, a lo que se suma la llegada de las nuevas tecnologías y el ámbito Fintech.

Al hilo de lo anterior, y dada su importancia, ¿qué hace la administración para solucionar las deficiencias en educación financiera de los consumidores? Los propios organismos del sector público consideran la inclusión y la educación en finanzas como una necesidad. Algunas entidades como la CNMV o el Banco de España desarrollan actuaciones y planes con el objetivo de, en sus propias palabras, “contribuir a la mejora de la cultura financiera de los ciudadanos, dotándoles de herramientas, habilidades y conocimientos para adoptar decisiones financieras informadas y apropiadas” como el Plan de Educación Financiera. Este tipo de iniciativas se pusieron en marcha en 2008 y, hasta la fecha, extienden sus actividades en la actualidad y durante los próximos años.

Dada la relevancia de las instituciones europeas, en este nivel, y de cara a fomentar la inclusión financiera, se elaboró una regulación para garantizar el acceso a una cuenta bancaria (cuenta de pago básica) para los consumidores. La iniciativa se encuentra en fase de desarrollo por la administración española que, en su adaptación a España, fijará los costes asociados a estas cuentas, que deberían ser accesibles para el conjunto de los consumidores. Además, otros órganos vinculados a las instituciones europeas, como el Comité Económico y Social Europeo (CESE), también han trabajado en iniciativas destinadas a mejorar los aspectos relativos a la educación financiera de los consumidores europeos y españoles.

En ADICAE siempre hemos considerado que la educación financiera empieza temprano, en los centros educativos, y el desarrollo de propuestas y trabajo en esta dirección ha sido constante. La educación es una tarea constante y continuada en el tiempo y la inclusión, además, también es una materia pendiente.